La historia de la panadería de Tomás Beneyto se inició tras la guerra civil, cuando su abuelo decidió abrir en Torrellano su primer horno. Años después, en 1960, su hijo hacia lo propio abriendo su propia tahona. A sus diecinueve años le tocó coger las riendas del negocio a su nieto Tomás, que desde pequeño había estado al lado de la amasadora. “La panadería era y es mi pasión, por tanto, decidí seguir con mi sueño”. Siempre al lado de su mujer Magdalena y con su mejor dependienta, Fini (la cual sigue trabajando en la empresa) han conseguido tener un negocio que se caracteriza por su profesionalidad, la innovación, la búsqueda constante y la ilusión que ponen en todo lo que hacen. Eso unido a un gran equipo humano ha conseguido que la panadería sea un sueño hecho realidad.
Ese espíritu de búsqueda hace que Tomás viaje con frecuencia a las distintas ferias de panadería que hay en Europa con el objetivo de descubrir nuevos conceptos de panadería artesana para poder adaptarlo en su horno y así intentar innovar y mejorar la calidad de sus productos día a día.
Dentro del obrador se elaboran todo tipo de panes, desde los mas tradicionales como son la barra casera o normal, hasta las piezas más innovadoras como pueden ser el pan alemán, de centeno con olivas, de espelta, de fermentación natural, por nombrar algunas. Todos sus panes se realizan con diferentes masas madre elaboradas por los panaderos día a día. Asimismo también elaboran un gran número de productos en bollería dulce y salada. Dentro de los dulces los más demandados son los buñuelos de chocolate y crema, la coca boba de almendra o las magdalenas caseras.
A parte de su tienda principal de Torrellano, cuenta con otra tienda en el centro de Elche (junto a la Glorieta). Dentro de sus dos establecimientos se puede observar la elaboración del pan desde cerca.
